¿Qué es la cesión de créditos y por qué puede convertirse en una oportunidad para la recuperación financiera?
En la actualidad, es común que muchas personas reciban comunicaciones de cobro por deudas vigentes, pero no por parte de la misma entidad con la que originalmente adquirieron la obligación. Este escenario, que en determinados casos genera confusión, responde a una práctica legal y frecuente en el entorno financiero colombiano: la cesión de crédito.
Este mecanismo está regulado por el artículo 1959 del Código Civil colombiano, y ha sido desarrollado por la Corte Suprema de Justicia, que en la Sentencia SC428 de 2011 explicó:
“La cesión de un crédito es un acto jurídico por el cual un acreedor, que toma el nombre de cedente, transfiere voluntariamente el crédito o derecho personal que tiene contra su deudor a un tercero, que acepta y que toma el nombre de cesionario”.
En la práctica, esto significa que una empresa (por ejemplo, una entidad financiera) puede vender o ceder una deuda a otra compañía especializada en la gestión de cartera. Esta nueva empresa (el cesionario) se convierte en el nuevo acreedor y, por tanto, tiene la facultad legal de realizar el cobro.
¿Qué cambia para el deudor?
Lejos de ser un inconveniente, la cesión de cartera puede representar una verdadera oportunidad de recuperación financiera para quien mantiene una obligación en mora. Esto se debe a varios factores:
Nuevas condiciones para negociar: las empresas cesionarias suelen ofrecer acuerdos de pago más flexibles, con posibilidad de aplicar descuentos sobre el capital adeudado o condonaciones de intereses moratorios, lo cual facilita saldar la obligación de manera más asequible.
Atención más cercana y soluciones ajustadas: en lugar de una atención impersonal, los cesionarios cuentan con conciliadores especializados que estudian cada caso y proponen soluciones personalizadas, según las condiciones reales del deudor.
Recuperación del historial crediticio: uno de los aspectos más importantes y frecuentemente desconocidos es que el pago total o parcial de la deuda mediante un acuerdo con el nuevo acreedor permite al deudor salir del reporte negativo en las centrales de riesgo. Esto tiene un impacto directo en su derecho al buen nombre financiero y en la posibilidad de reingresar al sistema crediticio formal, accediendo nuevamente a productos como cuentas, tarjetas, préstamos o vivienda.
En este contexto, la cesión de créditos no debe verse como un proceso de cobro, sino como una herramienta para normalizar obligaciones y reconstruir la estabilidad financiera de miles de personas. Además de ser completamente legal, esta figura dinamiza el sistema financiero, recupera cartera para las entidades originales y ofrece al deudor una segunda oportunidad para sanear su situación, dejar atrás el sobreendeudamiento y recuperar su reputación ante el sistema financiero.
Es una posibilidad para transformar una deuda en un acuerdo, un reporte negativo en un historial limpio y una preocupación constante en una oportunidad de empezar de nuevo.
Comprenderla es el primer paso para tomar decisiones informadas y responsables en materia financiera. Aprovecharla puede ser el inicio de una nueva etapa de libertad y crecimiento económico personal.

REDACTADO POR:
Nelson Patiño
EDICIÓN:
Jorge Orozco.